Asombro con aroma a
almendras
desdibuja los miedos.
Imposible, pensaba,
y me equivoqué.
Asombro áspero y
suave a la vez
repiquetea en mis
oídos
con música de “sí,
puedo”.
Un mar tras los
párpados
invita al naufragio
pero,
el asombro me abraza,
me abriga y boga
hasta tu orilla.
El asombro me posee
y me eleva hasta el
orgasmo.
Y tu sonrisa me
empuja
juguetona, mientras
tus ojos me dicen
“Yo sabía que podías”.
3 comentarios:
Publicado en la antología "Entrelazados" de Editorial Dunken
Como siempre, muy bello! A mi me encanta!
Besotes
Muchas gracias Eliane
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