sábado, 18 de febrero de 2012

Desamor filial.


Llueven desilusiones del manzano,

las lágrimas penden de las temblorosas

pestañas de la luna.

El alarido que quiebra las paredes

abre un abismo en las miradas.

La araña teje una telaraña

entre su corazón y el mío.

La oscuridad puebla

el silencio. Un cuchillo

Se desploma sobre la tela,

destruyéndola. Nada nos une.

Me marcho sin mirar atrás

me alejo de ella, nada queda…

Sólo un rastro en la arena

y el recuerdo doloroso del parto…