sábado, 3 de diciembre de 2016

Desde la vereda

Marea de autos
inunda el asfalto,
decenas, cientos, miles.
Historias desconocidas
y miradas extraviadas
se escabullen en la tarde.
Angustia en los parabrisas,
deseos tras el volante
y un reflejo fantasmal
en las vidrieras,
son las huellas
de una ciudad
en la que te busco
y sólo encuentro
la realidad
de mis manos…
              vacías.