domingo, 9 de mayo de 2010

¡Qué desilusión!


Despertó de un merecido descanso, sólo quería comprobar si las personas que dejó a cargo habían cumplido su cometido. - ¡Qué desilusión! - pensó. -¡Con lo que me costó llevar a cabo esta obra! -. Dios sacudió la cabeza y fue a reclamar su lugar.

5 comentarios:

María Emma dijo...

Microcuento publicado en el libro "Armas de Inspiración Masiva"

Eliane dijo...

Maria Emma:Me encantan tus microcuentos... muy profundo!
Un abrazo grande

María Emma dijo...

Eliane, mi consuetudinaria lectora. Me hace muy feliz que te gusten los microcuentos. Parece sencillo escribirlos, pero no es fácil lograr el efecto deseado en tan pocas líneas. Gracias

Gladys Acha y Sergio Soler dijo...

Este me gusta mucho. Supongo que el hecho de que esté todo escrito sin punto y aparte es por la configuración que te hace el blog, no?
Muy bueno. Y es verdad, es muy difícil lograr el impacto.

María Emma dijo...

Es cierto, la verdad es que recién me estoy adaptando a usar el blog y hace unas cosas muy raras. He tenido que cambiar a veces el formato y tamaño de letra para que se puedan leer. jajaja